Dormir

Quién puede dormir plácidamente después de haberse visto al espejo?
Quién puede dormir después de repasar una jornada?
Quién puede dormir con los leones en la panza?
Quién puede dormir con el fuego en la sangre?
Quién puede dormir consigo?

Yo duermo
pero y ustedes duermen?

Durmamos pues y vivamos tambien, en santo equilibrio.

La independencia emocional

Decidir que comer y que beber?
Despertar donde se quiera, como se quiera y con quien se quiera?
Elegir que hacer, que decir, o todo lo contrario?

Me parece que esos son atributos de la independencia. Pero la independencia emocional es otra cosa. En medio de una maraña de emociones que nos impulsan a hacer o no hacer, a decir o no decir, simplemente a ser,

Cada quien decide que emociones son las que nos conducen, nos estimulan o nos atrapan,
creo que aquí se encuentra la clave, la elección.

Se escucha sencillo, aunque en en el ejercicio se complica un poco, principalmente porque para ello se requiere de un estado de conciencia, selecciona las emociones y las conducen,

Tiene aproximadamente ocho años que inicié con éste experimento, pero una boluda emoción me atrapó y la inconciencia dirigió mis pasos el resto del tiempo.

Hoy, reparo en ello y definitivamente retomo el proceso,
estando alerta para no ser cautivada por alguna emoción, sino todo lo contrario.

Vamos pues a la independencia emocional, en conciencia.

Pero si en este proceso me vuelco de nuevo, habremos de comenzar de nuevo, finalmente para que es la vida, sino para vivirla y disfrutarla, o no?

Mientras tanto viva Buenos Aires¡¡¡