7.7.08

La humildad de un Grande

Lo que podía ser motivo de otro libro mejor seria como sobrevivimos Mercedes y yo, con nuestros dos hijos, durante ese tiempo en que no gané ningún centavo por ninguna parte. Ni siquiera sé como hizo Mercedes durante esos meses para que no faltara ni un día la comida en la casa. Habíamos resistido la tentación de los préstamos con interés, hasta que nos amarramos el corazón y emprendimos nuestras primeras incursiones al Monte de Piedad . Después de los alivios efímeros con ciertas cosas menudas, hubo que apelar a las joyas que Mercedes había recibido de sus familiares a través de los años…
En estos momentos de dificultades mayores, Mercedes hizo sus cuentas astrales y le dijo a su paciente casero, sin el mínimo temblor en la voz: “Podemos pagarle todo junto dentro de seis meses”.
--Perdone, señora—le contestó el propietario--, ¿se da cuenta de que entonces será una suma enorme?
-- Me doy cuenta –dijo Mercedes, impasible…, pero entonces lo tendremos todo resuelto, esté tranquilo..
Por fin, a principios de agosto de 1966, Mercedes y yo fuimos a la oficina de correos de México para enviar a Buenos Aires la versión terminada de Cien Años de Soledad, un paquete de 590 cuartillas escritas a máquina a doble espacio y en papel ordinario dirigidas a Francisco Porrúa , director literario de la Editorial Sudamericana. El empleado de correo puso el paquete en la balanza , hizo sus cálculos mentales y dijo “82 pesos”. Mercedes contó los billetes y las monedas sueltas que quedaban en la cartera y se enfrentó a la realidad: Solo tenemos 53. Abrimos el paquete, lo dividimos en dos partes iguales y mandamos una a Buenos Aires, sin preguntar si quiera cómo íbamos a conseguir el dinero para mandar el resto. Solo después caímos en la cuenta de que de que no habíamos mandado la primera parte sino la última parte. Pero antes de que consiguiéramos el dinero para enviarla, Paco Porrúa, nuestro hombre en la editorial Sudamericana, ansioso de leer la primera parte, nos anticipó el dinero para que pudiéramos enviarla.
Así es como volvimos a nacer en nuestra vida de hoy.
García Márquez, Gabriel. CIEN AÑOS DE SOLEDAD Y UN HOMENAJE en “NI en el más delirante de mis sueños” pág. 37-40 Fondo de Cultura Económica: México 2007.

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