10.7.08

Vómito

El estómago se endurece, comienza a faltar el aire y la saliva humedece la lengua.
No puedo más, tengo que dejarme llevar por ese impulso que me obliga a verter aquello que ingerí, no sé hace cuanto.
Esa substancia que sale por la boca, con un olor penetrante se posa en rededor.
Parece que no hay más que sacar.
Parece que el estómago quedó vacío.
Ya no hay más que sacar.
Ojalá que el alma -para aquellos que tenemos- así como la memoria pudieran también vomitar, así... sería más fácil.

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