En medio del bullicio, del estruendo de un gran sonido, de la lluvia y de todos esos y esas ... allí me encontraba.
Por mi mente pasaron tantas cosas.. la evocación fue inevitable. Cuántas veces actos como esos, momentos como esos y ahora de nuevo, en movimiento... con la gente.
Unos mirandose los unos con los otros, los más emocionados por la llegada, los menos nerviosos por sus responsabilidades, pero al unísono de la vida es un carnaval, llegó él.
Su cara muestra nuevas arrugas, con un semblante de cansancio pero con los ojos brillantes por la emotividad del encuentro.
Su discurso fue elocuente, mejor que otras veces. Ahí estaba yo, en medio de toda esa gente, mirandome y reflexionandome, en la repetición, del imparable tiempo...
Pero la vida es un carnaval decía la música, y sí, la vida hay que vivirla, así que hoy y mañana la vida es una hermosura...
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