14.11.08

Recluida en el defectuoso

A penas ocho días del concierto, empiezo a desagregar una a una de las experiencias vividas.
Resulta genial la experiencia de bailar con las notas y los ritmos musicales,
desprenderse del entorno,
hacerse ajeno a la gente y solo estar en sintonía con los del templete.
Puede el León,
el hermoso Vicentico cantar las letras más tristes del mundo,
pero en armonía con el che ritmo pareciera que se festeja al máximo las carencias, los dolores, la tristeza, la inconformidad...
En suma puedo atribuir al levantón el sinnúmero de esquemas rotos,
de armonia con el yo y el super yo...
pero sobre todo a la contribución de mis más fieles cómplices...
aquel par de serafines,
aquellos quienes sólo han ocupado su tiempo en plasmar nuevos brios a mi vida,
aquellos a quienes si Dios me regalara un deseo ajeno... juntaría, a ambos, ja.
Hoy en medio de un rollo de palabras,
de patrones repetidos y contenidos trabajados, estoy.
La caminata en pleno Insurgentes,
la estancia en Reforma,
la propuesta de Oxford me ocupan....
En definitiva el defectuoso hoy por hoy
lejos de contaminar mis pulmones,
de hacer sudar los ojos,
estimula la hipófisis y alimenta la prospectiva...
habremos pues
seguir raquí recluidos y de vez en vez desleonarse, ja.

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