1.12.08

Preparando el cierre

En el día primero del doceavo mes del año, hoy,
decicí no hacer mención de las tareas realizadas
ni poner en prospectiva los deseos o actividades por hacer.

Decidí que despediré el 2008 de forma diferente,
a partir de hoy trabajaré con aquellas lecciones recibidas
aquellas que con sonrisas y golpes permitieron mirar hoy a quien está del otro lado del espejo.

1. MIEDO

Con todo mi cariño, para tí mi compañero de miedos: Jesús.

¿Qué es el Miedo?

El miedo es una emoción, un sentimiento que se hace manifiesto cuando se hace presente el peligro, lo desagradable, lo desconocido, lo real o lo supuesto, lo presente o lo futuro.
Se le puede considerar al miedo como una emoción primaria, la cual podemos atribuir a: la aversión natural a la amenaza, al ver perdido lo que nos genera estabilidad o seguridad.
En la vida
pareciera que la relación directa con el contexto (madre)
nos genera estabilidad, placer o bienestar,
cualquier cosa que nos represente una amenaza de perderle
se traduciría como miedo.
El hueco en el estómago,
la aceleración del pulso cardiaco,
la sensación de frío o calor extremo
en el trayecto de la sangre en cada una de las arterias
se le traduciría como ansiedad.
El miedo está antecedido por la ansiedad,
por lo cual, éste nos genera cierta torpeza
en la conexión de la razón y la emoción,
es el instinto, el que normalmene sirve de guía en el acto,
que no siempre es de lo más acertado.
Cuando en el trayecto de la vida nos enfrentamos a la necesidad de emprender algo, de cualquier índole, necesariamente éste se acompaña con un poco de ansiedad, porque a pesar de medir y hacer los cálculos para desarrollarle, no tenemos la certeza del resultado que obtendremos, por lo cual llega el miedo o temor a enfrentar.
Me parecería que una manera de hacer frente al miedo es precisamente hacer contrapeso, ya sea a la razón o a la emoción, es decir o lo re-pensamos o lo re-sentimos, con la finalidad de establecer certidumbre del acto, por qué lo hago, para qué lo hago y lo que persigo al hacerlo.
Cabe hacer la aclaración de que nadie tiene la certeza, ni el dominio de lo que ocurrirá mañana, es decir, que a pesar de re-pensar o re-sentir, siempre estaremos expuestos a obtener como resultado algo completamente diferente a lo que deseamos o esperamos.
En suma, se vale transitar en la ansiedad, se vale tener miedo, es una manera de saber que vivimos, que crecemos, que transitamos y no sólo sobrevivimos, estamos o nos estancamos. La vida es sólo una, no tenemos mucho tiempo, tenemos que correr riesgos. Ahora bien cada uno de esos riesgos tendrían que estar acompañados por una buena razón y un buen sentimiento. Llámese "buen" a un ejercicio de razonamiento y de sentir. No bastan sólo las razones, no basta sólo el sentimiento, aunque suene trillado o bien utópico tendrían que acompañarse ambas, en caso contrario el grado de satisfacción estará relacionado con el nivel de logro de lo emprendido, si éste no es logrado sumaremos uno más a la lista de frustraciones e insatisfacciones.

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