La miro y me parece increible, pareciera que su magnitud y su luminicidad encienden todos mis sentidos.
Muchas noches... la busco y en ella no sólo encuentro tu nombre, en ella miro esos tus ojos, tus manos alrededor de mi cadera y siento como la sangre recorre cada centímetro de mi cuerpo y tus ojos tan grandes y encendidos que sigilosamente se abren para mirar los mios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario